viernes, diciembre 12, 2008

¿Cuánto pesa un copo de nieve?

Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? -preguntó un gorrión a una paloma.

Nada de nada, le contestó.

Entonces, si es así debo contarte una historia, dijo el gorrión:

Estaba yo posado en la rama de un abeto, cerca de su tronco, cuando empezó a nevar. No era una fuerte nevada ni una ventisca furibunda. Nada de eso.

Nevaba como si fuera un sueño, sin nada de violencia. Y como yo no tenía nada mejor que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando sobre los tallitos de la rama en la que yo estaba. Los copos fueron exactamente 3.741.952. Al caer el siguiente copo de nieve sobre la rama que, como tú dices, pesaba nada de nada, la rama se quebró.

Dicho esto, el gorrión se alejó volando.

Y la paloma, toda una autoridad en la materia desde la época de Noé, quedó cavilando sobre lo que el gorrión le contara y al final se dijo:

Tal vez esté faltando la voz de una sola persona más para que la solidaridad se abra camino en el mundo




(Kurt Kauter)

jueves, diciembre 11, 2008

Casa de cuervos




CASA DE CUERVOS ( From Letrasescondidas.net )


porque te alimenté con esta realidadmal cocida

por tantas y tan pobres flores del mal

por este absurdo vuelo a ras de pantano

ego te absolvo de mí

laberinto hijo mío
no es tuya la culpa

ni mía

pobre pequeño mío

del que hice este impecable retrato

forzando la oscuridad del día

párpados de miel

y la mejilla constelada

cerrada a cualquier roce

y la hermosísima distancia

de tu cuerpo

tu náusea es mía

la heredaste como heredan los peces

la asfixia y el color de tus ojos

es también el color de mi ceguera

bajo el que sombras tejen sombras

y tentaciones

y es mía también la huella de tu talón estrecho de arcángel

apenas pasado en la entreabierta ventana

y nuestra para siempre la música extranjera

de los cielos batientes ahora leoncillo

encarnación de mi amor

juegas con mis huesos

y te ocultas entre tu belleza

ciego sordo irredento casi saciado

y libre con tu sangre que ya no deja lugar

para nada ni nadie
aquí me tienes como siempre

dispuesta a la sorpresa de tus pasos

a todas las primaveras que inventas

y destruyes

a tenderme -nada infinita-sobre el mundo

hierba ceniza peste fuego

a lo que quieras por una mirada tuya

que ilumine mis restos

porque así es este amor que nada comprende

y nada puede

bebes el filtro y te duermes en ese abismo

lleno de ti

música que no ves

colores dichos largamente explicados al silencio

mezclados como se mezclan los sueños

hasta ese torpe gris

que es despertar en la gran palma de dios

calva vacía sin extremos

y allí te encuentras

sola y perdida en tu alma

sin más obstáculo que tu cuerpo

sin más puerta que tu cuerpo

así este amor uno solo

y el mismo con tantos nombres

que a ninguno responde

y tú mirándome

como si no me conocieras

marchándote como se va la luz del mundo

sin promesas

y otra vez este prado

este prado de negro fuego abandonado

otra vez esta casa vacía

que es mi cuerpo

a donde no has de volver



Blanca Varela


(Poeta peruana nacida en Lima en 1926.Muy joven ingresó a la Universidad de San Marcos para estudiar Letras y Educación trabando amistad con importantes intelectuales de la época. En 1949 se radicó en Paris donde conoció a Octavio Paz quien fue determinante en su carrera literaria, conectándola además al círculo de intelectuales latinoamericanos y españoles radicados en Francia.Posteriormente vivió en Florencia y Washington donde se dedicó a hacer traducciones y eventuales trabajos periodísticos.En 1959 publicó su primer libro, «Ese puerto existe», en 1963 «Luz de día» y en 1971 «Valses y otras confesiones». Más tarde, en 1978, realizó la primera recopilación fundamental de su escritura en «Canto villano». Finalmente apareció su antología de 1949 a 1998 con el título «Como Dios en la nada».Obtuvo el Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo en el año 2001.Actualmente reside en Lima.)

jueves, diciembre 04, 2008

Las Siete Virtudes Capitales










He de alcanzar
Señor mío
prometo
la abnegación total
la obediencia irrestricta
la perfecta docilidad
la mortificación a toda costa
la castidad incorrupta
la soledad contenta
la paciencia con los locos
la pobreza entre los pobres
la perpetua clausura
el mayor desposeimiento
el olvido de la carne
y sobre todo
y para siempre
acallar
las injustificadas palabras

y así

el perfecto silencio.

Márgara Russotto

INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA




Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se situó un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

Julio Cortázar

miércoles, agosto 06, 2008

El amenazado (Jorge Luis Borges)



Es el amor, tendré que ocultarme o huir. Crecen los muros de su cárcel, como un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única ¿de qué me servirán mis talismanes; el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó al áspero norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?.
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que me miran por las ventanas, pero la sombra no me ha traido la paz.
Es, ya lo sé, el amor; la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. Es el amor con su mitología, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. Ya los ejércitos se cercan, las hordas (esta habitación es irreal; ella no la ha visto). El nombre de una mujer me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo.

sábado, julio 26, 2008

Para agradecer


El tiempo perfecto de llegar demasiado temprano a cualquier sitio, lo que me permite el libre pensamiento, la inspiración, el acto de escribir, drenar.
El olor a madrugadas repletas de lloviznas dulces, ausentes de calor y sudores pegajosos.
El contacto de las plantas de mis pies consentidos con una arena salvaje que se vuelve mullida, cuando el agua la va habitando.
El aroma del primer café, la caricia que desciende en mi laringe en el sorbo caliente y resbaloso que despierta mis días.
El estallido de un mito, mi astucia incesante en deshacerlo.
Reconocer al demente, lo cual me convierte en cuerda y coherente.
El temblor de un beso que inunda mi contorno y me emborracha de sensaciones.
Las cosas simples, mis momentos de silencio, lograr el olvido y mirarlo de lejos, indiferente, inclemente mientras absorbo la paz.
El minuto siguiente a las musas, papel y lápiz, mi mano derecha hábil y dispuesta a plasmar la grafía que fluye, el texto.
La búsqueda constante, descreer que todo está dicho, hurgar en el mundo la nueva palabra, el sentimiento inédito, la excelencia de provocar sorpresa en el humano desubicado.
El color de la cereza, la textura del pétalo de un tulipán, el picor del vino blanco sobre mi lengua, deshacer un trozo de salmón entre mis dientes, el tiempo de tertulia, el trazo de mi pluma dibujando espirales, mientras hablo por teléfono, los sueños que apunto en un cuaderno y luego olvido releerlos.
Caminar errante, sin destino, en una tarde de mayo y recordar dolores del alma y remedios del corazón, escuchando canciones-puñales.
Desechar lo acumulado en un desván repleto de recuerdos, decantar la importancia de los objetos, conservar lo indispensable que agrade a la memoria, expulsar lo que punza y acidifica el pasado.
El balanceo de una hamaca colorida que me hace creer que vuelo bajo y seguro sobre la vida.
La huella de mis dedos escribiendo tonterías sobre cristales ahumados por la lluvia.
Una mecedora de madera sólida que arrulla pensamientos al compás de una suave melodía que me hace dormitar.
Los umbrales de las puertas que me permiten entrar y salir de circunstancias especiales.
La capacidad de observar el drama desde fuera sin involucrar mi criterio.
Construir mi legado, mi tránsito, mi pisada, el rasgado de mis uñas, la cicatriz invisible que deje la fogata de mis letras.

Ratos de "sorbos"



Con frecuencia bebo las frases e otros, de libros de autores no tan famosos ni reconocidos, pensamientos y prosas de escritores de vocación, como yo. Los imprimo en borrador y me los llevo a casa. Cargo conmigo un baúl minúsculo de música. En él se encuentran diversos géneros rítmicos para cada estado de ánimo.

Me abstraigo en los audífonos, a un volumen lo suficientemente alto y soportable para evitar contacto exterior.
Eso me permite reducir al mínimo la realidad que me circunda y sumergirme en las letras que bailan silenciosas frente a mi, esperando que las ordene.
La bolsa que llevo permanece siempre arrugada, siempre. A veces me avergüenza sacarla en público cuando me ubico en alguna cafetería en mis ratos de “sorbos”.
Los papeles que allí guardo no parecen terminarse jamás.
Mil temas distintos, párrafos que por alguna razón, al leerlos, me parecieron atractivos e importantes de digerir, como para leer después.
Así son los ratos íntimos, esos que nadie comprende.
A menudo me preguntan… “¿Estás bien?”, como si, al evadir la multitud, retirarse con uno mismo, zambullirme en los libros, fuese una señal inequívoca del demente que quiere anularse del diario vivir.
Justo así son mis ratos de “sorbos”.


Foto: Leyla Moncada - Niño interior

el bolsillo izquierdo de su jean

Cachorro es un niño generoso. Si mirada es astuta, viva, locuaz, aunque su verbo no lo parezca. Algunas veces me sorprende contándome historias ajenas, no siendo hábito hacerlo. Otras calla, es impenetrable y hasta llega a herir la aparente indiferencia que muestra hacia su entorno.

En estas paredes que alimentaron sus días, hay cuentos sobre él, pasos impresos en las aristas, sus primeros tropiezos en los rodapiés del pasillo, huellas de tiempo que dejaron sonidos de cajitas de música sin abrir (para no molestar a los vecinos), besos maternos que apretaban mejillas intencionalmente para ser recordados.
No pareciera que el cachorro tuviera un sueño específico por cumplir, sin embargo, yo se que en el fondo de sus pestañas de escoba, muy profundo, hay un pozo lleno de expectativas de vida que adorna cada noche y que no desea que descubran, para, así esperar el momento oportuno que germine su ilusión de cristalizarlos y mostrarle al mundo exterior, la capacidad de lucha, el ahínco, la altura de la excelencia y el amor que lleva en el bolsillo izquierdo de su jean.

martes, julio 22, 2008

La rebelión



A propósito de las masas, del pensamiento colectivo... me permito publicar un texto ajeno de un gran amigo: José López.


Fueron unos pocos zapatos los que tuvieron la reunión secreta de cuyo resultado surgió la idea de un paro poblacional. En signo de rebeldía se quitaron los cordones (los que lo usaban) y se declararon abstemios de tinturas y pomadas de lustre y por amplio concenso decidieron no prestar servicio durante una semana. Estantes y vidrieras de cuanta zapatería existía en el pueblo quedaron sin el producto de su razón comercial y debieron cerrar sin comprender lo que pasaba. No hubo pintadas previas que llamaron a protestar ni proclamas por los medios de difusión, solamente el boca en boca de calzado a calzado por las calles donde nadie descubrió sus gestos cómplices. Las suelas que esperaban turno en los talleres para ser convertidas en prisiones andantes volaron como alfombras mágicas hasta la concentración popular organizada en una plaza cualquiera. Calzados de todo tipo y color desaparecieron, incluso los que vivían sin laburar y felices debajo de las camas y esto pasó con cada uno de los habitantes del pueblo. Mi pensamiento vagaba en el absurdo y afuera explotaba esta avanzada pergeñada por los más sufridos y pisoteados del mundo entero. Según se supo, todo comenzó con la finalidad de ser acompañados por otros sectores de objetos oprimidos, sugerencia que no fue mayoritariamente acatada. Los hechos se suscitaron de sorpresa para que la rebelión produjera un efecto contundente. El piano de mi amigo Jorge bajó su tapa por sus propios medios y quedó herméticamente cerrado al tragarse la llave. Los marfiles del teclado tuvieron descanso pero a su vez se preguntaban si no sufrirían de pánico o de una pronta nostalgia tanguera. La actitud de los zapatos fue imitada por unos pocos útiles que los humanos usufructuamos sin pensar, o que lo damos por hecho y nos apoderamos de ellos como si fuéramos sus dueños naturales. No obstante la convocatoria fue diversa y mostró el descontento de las cosas sujetas a nuestro dominio. El pueblo quedó paralizado por la huelga de los tamangos y el crédito de su éxito se extendió como cheque en blanco para mocasines, botines, suecos, alpargatas, botas de caucho y sandalias. Modelo por modelo el mensaje llegó a todos los calzados de la comunidad que de golpe y porrazo quedó virtualmente en patas y sin algunos privilegios comunes hasta allí. Muchos no quisieron salir a la calle con sus pies descuidados que daban vergüenza. Otros se sintieron liberados de la opresión que les anudaba la garganta naciendo desde abajo. Se vieron pies grandes, pequeños, medianos, limpios y sucios, agradables, poco agraciados y muy hermosos. No faltó nada en la viña y la exposición humana duró una semana. Fue el tiempo suficiente para que todos experimentáramos la parcial desnudez como una purificación de los sentidos. Las terminales plantares despertaron reflejos desde sus puntos nerviosos y corrigieron dolencias ocultas porque se les dio la gana regresando la felicidad, sin premeditarlo, a muchos rostros con cara de tuge. Fueron masa por siete días talones suaves y ásperos con estrías, dedos deformados y aquellos que emergían como orgullosas esculturas griegas. Arcos aplastados, tobillos finos y gruesos, empeines velludos, pies acostumbrados al olor del encierro y al polvo pédico, los que recibían mimos cotidianos, las uñas pulcras y las recortadas cada muerte de obispo, los callos y los pies conchetos acariciados periódicamente por un pedicuro voyeur. Pese a tanto camino andado los zapatos no supieron expresar con claridad sus necesidades que terminada la protesta no fueron correspondidas. En el momento culminante de la pueblada hubo corridas y pocos pudieron escapar a los gases y a los rígidos bastones. Solo las zapatillas deportivas zafaron de la represión de los uniformados, disminuidos estos sin el sonido de marcha intimidatorio, ¡plac, plac, plac! característico de sus borceguíes contra el suelo, que también salieron de los cuarteles para solidarizarse con la propia especie. Finalizado el alboroto, extenuados y sin victoria, los insurrectos regresaron a sus tareas de ser esclavos de la gente. pero estos no olvidaron los días descalzos y en la semana siguiente, pese a todo, fueron considerados como tales y gozaron de mejores atenciones. Pero, como siempre, la normalidad de las preocupaciones comunes y ordinarias del pueblo nublaron los serios incidentes. Cada cuál atendió su juego y la gente continuó con sus berrinches y placeres mientras que los calzados a regañadientes, siguieron siendo solamente zapatos. (JLR)

http://www.tantorra.blogspot.com/
Publicado por josé en 6:33 17 comentarios Etiquetas: cartas con humor domingo 22 de junio de 2008

miércoles, julio 02, 2008

Como el arca de Noé


Primero: No pierdas el barco.

Segundo: Recuerda todos estamos en el mismo barco.

Tercero: Anticípate, No llovía cuando Noé comenzó a construir el arca.

Cuarto: Mantente en forma, cuando tengas 60 años alguien puede pedirte que hagas algo grande.

Quinto: No oigas las criticas, solo dedícate al trabajo que se tiene que realizar.

Sexto: Construye tu futuro en tierras altas.

Séptimo: Por seguridad, viaja en pareja.

Octavo: La velocidad no es siempre una ventaja, los caracoles estaban a bordo junto con los cheetas.

Noveno: Cuando estés estresado, flota un momento.

Décimo: Recuerda que el arca fue construida por amateurs, el Titanic por profesionales.

Onceavo: No importa la tormenta, siempre hay un Arco Iris esperando....

Vida




Ya perdoné errores casi imperdonables. Trate de sustituir personas insustituibles, de olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso. Ya me decepcioné con algunas personas , mas también yo decepcioné a alguienYa abracé para proteger . Ya me reí cuando no podía. Ya hice amigos eternos.

Ya amé y fui amado pero también fui rechazado. Ya fui amado y no supe amar.Ya grité y salté de felicidad. Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos.Ya lloré escuchando música y viendo fotos . Ya llamé sólo para escuchar una voz .Ya me enamoré por una sonrisa. Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...

Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) ¡¡ pero sobreviví !!Y todavía vivo !! No paso por la vida.Y tú tampoco deberías sólo pasar ... VIVE!!!Bueno es ir a la lucha con determinación abrazar la vida y vivir con pasión. Perder con clase y vencer con osadía, por que el mundo pertenece a quien se atreve y la vida es mucho más para ser insignificante.


(desconozco el autor)

miércoles, mayo 14, 2008

Lo máximo murmura - Ida Gramcko


Si he sido fiel al colmo compartido de lo divino,

si desamparada el amparo esencial he mantenido

esta máxima y diáfana morada;

si en el dolor, de su inmutable nido_colmena

de una miel honda y doradadon de brilla,

lejana del sentido,luz de esencial y única alborada

no dudé y su fervor he sostenido pese a estar triste,

pese a estar turbadapor el miedo a la duda,

y si he sentidolo total, padeciendo más callada,

si me alcé sobre el grito y su estallido

como entera confianza delicada,

si no he visto y en lo único he creído

y soy la fe más bienaventurada,

¿puedo esperar lo que yo anhelo?

Pido sabiendo que mi voz será escuchada,

como se escucha un manantial sin ruido.

En esta unión altísima y sagrada

se oye la claridad y no el sonido,

se escucha el resplandor de la cascada

El síndrome de Wendy




¿Quién es Wendy?


Wendy es aquella mujer u hombre que se encuentra detrás de un Peter Pan. Y es que, como relata el psicólogo clínico Ángel Marín Tejero, "tras un Peter Pan siempre tiene que haber una persona, hombre o mujer, dependiendo del caso, que se encargue de hacer todo aquello que no hace él.


Peter Pan no existe si no hay una Wendy que le aguante". Pese a ello, el psicólogo Marín Tejero asegura que no se puede hablar del Síndrome de Wendy como una patología. "Hay trastornos de la personalidad que se podrían asemejar a este síndrome, pero como tal no es una patología clínica, lo que no quiere decir que con el tiempo no acabe produciendo desajustes y sufrimiento, tanto en la persona que lo sufre como en quienes le rodean".


El síndrome de Wendy esta basado en la necesidad absoluta de satisfacer al otro, principalmente la pareja o los hijos. Es más común en mujeres que en hombres.Se denomina miedo al rechazo, al abandono, a no sentirse querida, al deseo de complacer a los demás y sobre todo una gran necesidad de aceptación y aprobación.


Suele estar directamente relacionado con el Síndrome de Peter Pan. Es más, no puede existir ningún Peter Pan que no tenga detrás una Wendy para que haga todo lo que él no hace y se responsabilice de todo lo que él evita.

Los síntomas más comunes son los siguientes:

Sentirse imprescindible Entender que el amor es sacrificio y resignación

Evitar a toda costa que alguien se enfade

Intentar continuamente hacer feliz a los demás

Insistir en hacer las cosas por la otra persona Pedir perdón por todo aquello que no ha hecho o que no ha sabido hacer

Necesidad de cuidar al prójimo

Convertirse en un progenitor o progenitora en la pareja


El Síndrome de Wendy se puede definir como el conjunto de conductas que realiza una persona por miedo al rechazo, por necesidad de sentirse aceptado y respaldado, y por temor a que nadie le quiera. En definitiva, por una necesidad imperiosa de seguridad. "Cuando el sujeto actúa como padre o madre en su pareja o con la gente más próxima, liberándoles de responsabilidades, podemos hablar de Wendy", explica la psicóloga Pilar Arocas, quien añade que "estas conductas pueden darse tanto dentro del núcleo familiar, en los roles de padre-madre sobreprotectores, como en las relaciones interpersonales, con aquellas personas muy cercanas".


La madre que despierta todos los días a su hijo para que no llegue tarde a clase, aquella que le hace los deberes, le resume las lecciones o subraya los apuntes, la esposa que asume todas las responsabilidades domésticas… es una Wendy en el núcleo familiar.


Lo mismo ocurre en la relación de pareja si es ella o él quien toma todas las decisiones y asume las responsabilidades, actúa como madre o padre y como esposa-esposo o justifica la informalidad de su pareja ante los demás.


Fuentes:Wikipedia

María Rodríguez

martes, mayo 13, 2008

Elogio a la mujer brava (Por: Héctor Abad)






Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.
A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc.

En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.

La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros.

Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).

A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana.

Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.

Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios.

Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar.

Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo. Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.

Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas.

Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza.

Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.


Vamos hombres, por esas mujeres bravas!!!!!!!!!!!!!

martes, abril 29, 2008

El Síndrome de Peter Pan





El término Síndrome de Peter Pan ha sido aceptado en la psicología popular desde la publicación de un libro en 1983 titulado The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Up ("El síndrome de Peter Pan, la persona que nunca crece"), escrito por el Dr. Dan Kiley. Se caracteriza por la inmadurez en ciertos aspectos psicológicos, sociales, y por el acompañamiento de problemas sexuales.
La personalidad masculina en cuestión es inmadura y narcisista. El sujeto crece, pero la representación internalizada de su yo es el paradigma de su infancia que se mantiene a lo largo del tiempo. Las características de un "Peter-Pan" incluyen algunos rasgos de irresponsabilidad, rebeldía, cólera, narcisismo, dependencia, negación del envejecimiento, manipulación, y la creencia de que está más allá de las leyes de la sociedad y de las normas por ella establecidas.
En ocasiones los que padecen este síndrome acaban siendo personajes solitarios. Con escasa capacidad de empatía o de apertura al mundo de los "grandes", al no abrirse sentimentalmente, son vividos como individuos fríos o no predispuestos a darse, lo que vuelve como un "boomerang" a través de la no recepción de entregas o muestras ajenas de cariño.
El irresponsable mundo de la niñez, no quiere ser abandonado, y la conciencia del fracaso reiterado ante la adaptación de los comportamientos que acercan a la adultez equilibrada, casi no se verifica; lo que por momentos hace pensar en términos de una verdadera psicopatía.
Bajo el nombre de 'Síndrome de Peter Pan' se hace referencia a aquellas personas que no quieren o se sienten incapaces de crecer, es decir, son sujetos que tienen un cuerpo de hombre con mentalidad de niño. No saben o no quieren renunciar a ser hijos para empezar a ser padres.Es más frecuente entre los hombres.
Algunas características de este trastorno son la incapacidad del sujeto de asumir responsabilidades, comprometerse o mantener su palabra, la excesiva preocupación por su aspecto físico y su bienestar personal y la inseguridad en uno mismo, a pesar de que no lo demuestre y pueda parecer lo contrario. Cambian constantemente de pareja y buscan parejas más jóvenes. "En cuanto una relación empieza a implicar un alto nivel de compromiso y responsabilidad, suelen asustarse y acaban rompiéndola. La relación con chicas más jóvenes tiene la ventaja de que conlleva vivir el día a día sin ir más allá, e implica menos planes de futuro y por tanto, menos responsabilidades".
Es frecuente que haya crisis de ansiedad, de angustia y de depresión. Los años van pasando, y aun cuando el sujeto está como protegido con una suerte de coraza psicológica para no advertir el paso del tiempo, esporádicamente ésta desaparece por circunstancias imprevisibles. Es entonces cuando el paciente se encuentra con las manos vacías y con una vida dolorosamente irrealizada.
Con parejas inadecuadas, o de modo extremo –lo que también suele pasar-, sin pareja alguna. El nido infantil es una inconsciente referencia a la que siempre apunta. Allí, no había problemas, y la nostalgia por el mismo es persistente, aunque no se lo declare.
Referencias:Kiley, Dan, Dr. (1983) The Peter Pan Syndrome: Men Who Have Never Grown Wikipedia.

domingo, abril 27, 2008

VITRAL DE MUJER SOLA




Se sabe de una mujer que está sola
porque camina como una mujer que está sola
Se sabe que no espera a nadie
porque camina como una mujer que no espera a nadie
Esto es
se mueve irregularmente y de vez en cuando se mira los zapatos
Se sabe de las mujeres que están solas
cuando tocan un botón por largo tiempo
Las mujeres solas no inspiran piedad
ni dan miedo
si alguien se cruza con ellas en mitad de la vereda
se aparta por miedo a ser contagiado
Las mujeres solas miran el paisaje
y se diría que son amantes
de las aceras/ de los entresuelos/ de las alcantarillas/ del subsuelo
de los subterfugios
Las mujeres solas están sobre la tierra al igual que sobre los árboles
les da igual porque para ellas es lo mismo
Las mujeres solas recitan parlamentos
estoy sola
y esto quiere decir que está con ella
para no decir que está con nadie
tanto se considera una mujer sola
Las mujeres solas hacen el amor amorosamente
algo les duele
y luego todo es más bien triste o colérico o simplemente amor
Estas mujeres se alumbran con linternas
van al detalle
saben donde se encuentra cada cosa
porque temen seguir perdiendo
y ya han perdido o ganado demasiado
Ellas no lo saben
porque van del llanto a la alegría
y a veces piensan en la muerte
También planean un largo viaje e imaginan encuentros posibles
Administran el dinero
compran legumbres
trabajan de 8 a 8
Si tienen hijos hacen de madres
son tiernas y delicadas
aunque muchas veces se alteren
un pensamiento recurrente es
ya no puedo ni un minuto más
Las mujeres solas tienen infinidad de miedos
terrores francamente nocturnos
los sueños de tales mujeres son
terremotos catástrofes sociales
Una mujer sola reconoce a otra mujer sola de forma inmediata
llevan el mismo cuello airado
lo cual no quiere decir que no quieran a nadie más que a sí mismas
esto es completamente falso
Lo cierto es que la casa de una mujer sola
está abierta a su antojo
Una mujer sola
no puede curar su soledad
porque nada está enfermo
se remedia lo curable
una gripe o un dolor de estómago
La mujer que piense que su soledad es curable
no es una mujer sola
es un estado transitivo entre dos soledades
infinitamente más peligrosas
Una mujer sola es una mujer acompañada
aunque de este hecho no se percate más que el zapato
al que mira con detenimiento
o el botón
que parece representar algo verdaderamente importante
como de hecho lo es
como los árboles o el cielo
sólo que el privilegio que deriva de semejante atención
es más bien propio de las almas temperadas al siguiente fuego:
id contigo
para estar con vosotros



Yolanda Pantín

No me lavaste


No me lavaste,
no me reuniste,
no me limpiaste del escrúpulo,
no me quitaste el estigma,
no me recibiste en tu templo.
Me dejaste afuera
con la guirnalda hecha para ti
en la mano
que las tinieblas sostienen.
-no me lavaste-


Rafael Cadenas
(Foto Antonio Mas)

Vigilia de Alcoba




Sinuosas cordilleras tus sábanas dibujan
con hitos de grutas y volcanes

y selvas de cálidas fragancias,
llamándome...

tenues aleteos de párpados a pubis en ríos caudalosos

y torrentes infinitos elevan tus cimas y vibran con tu lecho,

deseándome...

exhalas mil suspiros que trocan a gemidos

y resuenan en paredes con ecos de caricias

de cuencas ya vacías y noches silenciadas,
amándome...

te sueño allí dormida,

mi mente te recorreen alas de deseos por todas tus riberas,

por todos tus caminos...
amándote.

diamantico

jueves, abril 24, 2008





"He aquí que el silencio fue integrado
por el total de la palabra humana,
y no hablar es morir entre los seres:
se hace lenguaje hasta la cabellera,
habla la boca sin mover los labios,
los ojos de repente son palabras...
...Yo tomo la palabra y la recorro
como si fuera sólo forma humana,
me embelesan sus líneas
y navego en cada resonancia del idioma..."

Pablo Neruda
(Chile, 1904 -1973)

domingo, marzo 30, 2008

Eva Duran

"El poeta es un catador de vino del espiritú, por eso digo si el vino esta amargo es porque el hombre que piso las uvas estaba triste". "En tiempos de guerra los poetas tienen su utilidad. somos los que podemos hacer masajitos al cerebro y al corazón, los que podemos calmar las bestias de la ira, tenemos una tarea tan importante... aunque tanto se degrada nuestro oficio... es una tarea que vamos haciendo poco a poco... por eso mi recomendación es que adopten a un poeta cada vez que puedan". "El hombre que es más asesino se sabe una canción, el que es más rico se sabe una canción, el que tiene desesperación canta una canción de su tristeza y así por miles de ejemplos todo el mundo se sabe una canción que la hizo un poeta" Ricardo Leon Peña Villa

CANTO DEL MIEDO





El ojo de la mujer (Antología, 1991)
Gioconda Belli
Sensación de aguacero
se me doblan los huesos
mi alma pende azul del precipicio
Baten rebato mis tímpanos alertas
barcos de velas naufragan en mi sangre
Todo corre en mi cuerpo
cual si mudas sirenas anunciaran histéricas la guerra
así mis uñas viajan sobre la piel del brazo
y el estómago vierte su locura de jugos amarillos.
Es el miedo.
Es el miedo.
que solo estoy
Ninguna piel a mi piel acompaña
Nadie puede habitar mis parietales
Vivir conmigo trémulas pesadillas
Sólo mi voz me salva
Mi voz apenas audible en tanto viento
Mi voz que hace esfuerzos por consolar la cintura
Qué no se doble el árbol!
Qué no lo bote el viento!
Jamás pensé estar hecha de cristales
Ser esta frágil versión de mujer enfebrecida
Tener tanto terror entre las manos
¿Con qué cara envejeceré?
¿Con qué fuerzas enfrentaré
la soledad terrible de la muerte?
¿Quién me despojará del huracán
que sopla inmisericorde sobre mi pelo de lana?
Miro mis ojos redondos parpadean asustados
Tengo ganas de abrazar mi sombra
Me da pena su espanto de animal ante el rayo.
Cuanta conciencia razón y pensamiento
yaciendo inútiles ante los quejidos
del cuerpo que se desata en llanto.

Alarma Tóxica






Existen, según Riso, dos claves para saber si tu resuelve o noviazgo es nocivo para la salud, “una mental, que es cuando empiezas a envidiar a otras parejas y resucitas al primer amor; y la afectiva, empezás a sentirte ansioso, deprimido y aparece ese sentimiento mortal que es el aburrimiento, justo allí la relación se transforma en un teletón”. En ese instante, es recomendable decir la frase mágica: “te amo pero te dejo porque no me convienes”.
Detectar la descomposición amorosa es muy difícil en una sociedad enemiga, que nos implanta creencias irracionales sobre “el amor, uno mismo, la gente, lo social y el futuro”. Ese mandamiento de poner la otra mejilla mientras sonreímos al recibir el siguiente puñetazo es claro signo del envenenamiento cultural que padecemos. El Diccionario de la Real Academia define lo tóxico como un adjetivo “Perteneciente o relativo a un veneno toxina” (http://buscon.rae.es/draeI/).
¿Qué hay más allá?
La titánica propuesta del psicólogo consiste en enganchar la parte afectiva con la racional y hacerlas convivir, “cuando tienes una fantasía erótica y decides disfrazarte de Batman o Batichica y sales a comprar el látigo y las botas, ¿Quién lo hace, el corazón o el cerebro? Es una parte del amor que es pensada. Tú no amas con el corazón, este sirve para bombear sangre, tu amas con el cerebro”, asevera.
En su último best seller, “Los límites del amor”, Riso explica que “el amor completo, el que incluye pasión (eros), amistad (philia) y ternura (ágape), no llega de improviso como un demonio o un ángel que se apodera de nosotros, también existe la voluntad de amar o de no amar. No sólo el amor nos ‘posee’, también lo poseemos a él: nadie es víctima del amor sin su propio consentimiento”. Para el autor, la pasión, la amistad y la ternura tienen que fusionarse mientras juegan, pues si “todo es sentimentalismo es el síndrome de Susanita, es destruir el lóbulo prefrontal que es lo que me hace humano; mientras que si sólo usamos la razón sería un amor administrativo o si es pura compasión sería hacerse cargo del otro como un papá”. Agrega Riso, que él no está irrespetando el amor, sino proponiendo “un amor que subvierte el orden de los amores tradicionales por valores nuevos, yo lo que hago es tocarle el culo al amor”.
Entre los valores que están por encima del discurso amoroso, según el terapeuta, pueden mencionarse, “a veces la justicia, la valentía, la libertad, la dignidad. Es mentira que el amor lo puede todo y lo peor es que ahora tenemos que lidiar con el amor en quinta dimensión, con esa moda de la nueva era que nos impone almas gemelas. No solamente es aquí sino que es a través de toda la eternidad y para siempre, ¡qué pesadilla!”.

Un mundo 50% infiel
En un mundo liofilizado y erotizado la fidelidad en estado puro, la del tipo “no me gusta más nadie sino tú”, es una utopía inalcanzable. El hecho que un 50% de las parejas sean infieles evidencia que la tentación anda por allí y quizá por eso Ovidio afirma que “el amor odia a los inactivos”. Para Riso, la fidelidad debe entenderse como autocontrol y como evitación a tiempo, no como falta de deseo. Según el psicólogo, investigadores de la neurociencia actual coinciden en que el amor dura, como máximo, 24 meses, que es el tiempo en el cual el niño se puede desprender de la madre. Así, es recomendable vivir con la pasión al máximo, pero deben tenerse a mano las cartas de la ternura y la amistad que permiten “desear lo que tengo”.

En paralelo, hay que iniciar un cambio de valores, “uno tiene que hacerse cargo de sí mismo, eso se llama autoeficacia, Hay que empezar a desarrollar la autonomía, la independencia en eventos como ir solos a un cine o a un restaurante, y tener en cuenta que las personas que tienen un sentido de vida se apegan menos a otros, aunque a veces se apegan a Dios”. Asimismo, no deben atravesarse los límites del amor hacia lo autodestructivo, ni dejar que se vulneren los principios ni se afecte la dignidad, “¡hay que salirse de las relaciones en las cuales se violan los derechos humanos cada cinco minutos!“. El amor, si le hacemos caso a Ovidio y Erich Fromm, es un arte y como tal, “habrá cosas para aprender y desarrollar, habrá un espacio cognitivo”, pero sobre todo, no olvides, las palabras del poeta, “el amor tóxico va y viene / como un columpio enardecido”.

Clichés enemigos
Walter Riso recomienda “incluir las excepciones a la regla en la manera de procesar la información afectiva”. Por ejemplo:
• “El matrimonio es para toda la vida”. (Depende: si todo va bien, probablemente).
• “La separación es un fracaso”. (Depende: en ocasiones separarse puede ser una forma de éxito y liberación).
• “El amor es incondicional”. (Depende: si mi pareja me maltrata, el amor incondicional está contraindicado).
• “Hay que sacrificarse por la pareja”. (Depende: si la exigencia o la necesidad del otro es irracional, la dedicación deja de ser saludable).
• “El amor justifica nuestros actos”. (Depende: si trata de ser infiel o de explotar a la pareja, no justifica nada).
• “El amor todo lo puede”. (Depende: hay amores alfeñiques).
Fuente: Walter Riso. Los límites del amor. Grupo Editorial Normal, 2006. Pág. 158.
Un amuleto:
Pega esta frase de Séneca en tu nevera, computadora, retrovisor o vidrio del baño: “Mientras se espera vivir, la vida pasa”
Un ejercicio
Para saber cómo están las cosas haz el siguiente ejercicio: Toma cuaderno y lápiz y pregúntate por qué no debería amarlo (a) …Si la página permanece en blanco o tiene muy pocas anotaciones todo va bien, pero si la lista es larga el asunto es crítico y la dignidad está en juego.

No me arrepiento de nada




Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

Gioconda Belli

jueves, marzo 20, 2008

Todo sea por amor

Tantas cosas he hecho por vos que tengo que cuidar que su recuento no te suene a reclamo;
porque todo ha sido hecho en virtud del amor y los relámpagos y ciclones que solté de la caja de Pandoraque un día me pusiste en las manos
sí es verdad que han dolido, que muchas veces me han arrancado piel de la raíz
y me han hecho buscarme el corazón con miedo a no encontrar su pasito de soldado
han sido mi propia, soberana decisión,mi perdición, mi gozo,
por los que me he conocido más mujer capaz de escaladas, acrobacias,
tenacidad de burra rentada, por los que he recorrido sendas ignotas,
mareada por el olor tan cercano de la felicidad y te he buscado detrás de gestos y puertas
y hasta de la manera de abandonar tu ropa
y cuando te he encontrado me he abierto de par en par como jaula repleta de ruiseñores
y he sabido también cómo se siente tener un astro deslumbrante en las entrañas.
No quiero, pues, equivocarme con reclamos; me hago responsable del sol y de la sombra,
pero, ay amor, cómo me duele que estando yo en tu espacio como estrella errabunda
fieramente colgada por vos en tu Universo, no me hayás descubierto el resplandor;
no me hayás habitado, tomado posesión de mi luz
y sólo te hayás atrevido a palparme-como un ciego-en la oscuridad.

Gioconda Belli

domingo, marzo 02, 2008

Sorbos

Soy una desordenada. No llevo reglas en las hojas del cuaderno. Hoy esgrimí mi acto voluntario de aprender a estar sola, a disfrutar de pequeñas cosas… sola.

En un acto rebelde que se niega a sucumbir a la melancolía de nuevo, como un resorte, tomé la decisión de salir con ella a desayunar, con ella, con Noa, mi irremediable soledad. Al comienzo se puso remolona, pero una vez que le dibujé el plan, le pareció un tanto atractivo y accedió.

Conozco un sitio que, en otros tiempos, visité acompañada. Una fría terraza lo corona en un segundo nivel. A esta hora sopla un viento gélido que invita a tomar bebidas calientes. (¿Quién me diría que casi un año después de ese abandono, volvería con Noa a disfrutar de la lectura de un periódico local mientras desayunamos?)

Pedí un buen desayuno, suculento, me lo merezco después de tanto esfuerzo laboral. Es hora de consentirme un poco. Noa aún se entristece por los recuerdos. La he amenazado de muerte si no depone su actitud derrotista. Ella quiso un café fuerte, pero con algo de leche. Generalmente lo tomo negro, cerrero, fuerte, pero Noa es menos drástica y prefiere suavizarlo con un toque lácteo. La complazco. Ella es una buena compañía a pesar de su fatalismo y de su persistente actitud de conservar recuerdos que ya no son útiles. Nadie podría entender porqué vine aquí de nuevo, salvo ella.

Compré el periódico y lo leí mientras prodigaba pequeños bocados a mi pastel y bebía un delicioso té frío (que, por cierto adoramos ambas para desayunar).

En la terraza solo estábamos ella y yo. Un rato más tarde llegó una familia compuesta de tres: padre, madre y suponemos que el hijo ya crecidito. Optaron por el espacio cerrado, cosa que agradecimos. Me daba literalmente lo mismo. Mis audífonos tomaron su lugar y puse mi canal de Brasil, me encanta esa música cadenciosa y de ritmo suave, así que no escuchaba nada más que eso y no me importaba cosa alguna en el exterior.

En ocasiones, Noa se pone impertinente y me recuerda momentos, circunstancias, lugares que ya no quiero que aparezcan porque me hacen daño. Así que prefiero la música y la dejo que vague en sus propios recuerdos (que ya no son míos, sino de ella, y que he luchado por hacerla reaccionar).

Me habla del caballero aristócrata de vientos tibios, pero no quiero escucharla. Le recuerdo los momentos de traición y ella insiste en traer remembranzas dulces.
Hoy me he vestido deportiva. Nunca lo hago. Sin embargo, dado lo desconocido de mi destino esta mañana, preferí estar cómoda. Además no tengo intenciones de ver ni hablar con nadie, así que da lo mismo mi vestimenta.

Desde aquí veo automóviles pasar, gente que, como yo, madrugaron un domingo y buscan donde saciar su apetito. O aquellos que, como yo en otras épocas, amanecieron en la calle después de una noche de lujuria, diversión… o tragedia, quien sabe.

Nunca pensé repetir esta circunstancia. La última vez que escapé de mi misma, recuerdo que escribí tanto como hoy, sentada en una plaza y vaya que después de eso sucedieron cosas tristes.
Hoy no será así, solo vine a estar a solas (con Noa, que es lo mismo que estarlo, ella sabe respetar mis silencios).

Acabo de descubrir una nueva librería al frente. No estaba en aquellos tiempos en que aquí, en esta misma silla, me burlaba de un escaparate rococó que exhibían en la vitrina de la tienda de muebles (se llama Urima… ¿Qué significado tendrá ese nombre?). Por cierto, ahora muestran camas y sofás de cuero, poltronas reclinables y esas cosas que compran los hombres para ver televisión en el hogar y que nunca usan por falta de tiempo o de ganas.
Hoy decidí comprar una hamaca cuando pueda, para mi casa, sueño con echarme allí a leer y escuchar música.

Alguien llegó a la terraza, me es indiferente. Estoy abstraída en la música y en esto que escribo. No se ni la hora. Tengo que comprar víveres, hay que comer mañana. ¿Qué importa el mañana en este momento? Pero debo prepararme. Me cuesta levantarme de aquí, siento tanta paz que se me hace difícil moverme. Noa tampoco parece querer retirarse. Suena “Tell him” (life can be so cruel).

Definitivamente hace falta estos momentos. En silencio, a solas.
Asimilar los abandonos como un escalón y no como fracasos. (and whisper tender words so soft and sweet…)
La vida es paradójica. En algunas tendencias recomiendan desprendernos, dejar ir el amor, ya que si regresa, será nuestro. En otras, por el contrario, nos indican que no lo dejemos ir.
Este bolígrafo está llegando a su fin. Por suerte siempre llevo repuestos, ya van casi 6 páginas de cuaderno.

Ayer recibí una reprimenda cuando expresé sentirme sola. Me dijeron que no tenía derecho a quejarme, ya que tampoco quería salir cuando me invitaban. No me quejo por eso, realmente no es esa la clase de actividad que me provoca. Deseo estar así.
Si he de estar sola, necesito estos momentos y no aturdirme para no pensar. Necesito esta introspección.

¿Será esta la parte final de aquel cuento maravilloso? ¿Será esta la ceremonia póstuma que estoy haciendo como tributo a mis mejores recuerdos? ¿Qué opina Noa de esto? Ella siempre acaricia la esperanza. Yo no. He allí nuestro único conflicto. Ella cree que, pasado un tiempo, las cosas volverán a ser como entonces. Yo deseché hace mucho esa posibilidad.

Ella piensa que, sencillamente, nos entretenemos ahora en otras cosas para prepararnos para una nueva etapa con mayor perfección, sin errores. Yo concibo las nuevas experiencias en novedades, no en retrocesos al pasado.

Me debato entre este presente que sé transitorio y el conocimiento, el esfuerzo en mantenerme sana, en no albergar de nuevo la ansiedad (suena ahora “Reasons”). Premonitorio. La única razón para seguir, para avanzar, soy yo.

Ahora suena “Rehab”. No es más que la señal de que debo reinventarme de una vez por todas y barrer recuerdos. ¿No es esto una muestra divina en que avanzar será la única opción disponible?

Asoman deseos de llorar, pero no me permito de nuevo este tipo de emociones, se que si comienzo, no habrá un fin próximo, corto. Noa me reprende, me abre los ojos como advertencia y en tono de prohibición.

Bien, creo que pasé suficiente tiempo aquí. Drené pensamientos, sentí tranquilidad, organicé mis ideas y permití que Noa reposara en mis letras.

Otro domingo más, éste en silencio absoluto.
He pensado acariciar la idea de un viaje sola. ¿porqué no?. Es un atrevimiento que estoy dispuesta a asumir, una experiencia que también me permita dejar salir el coraje que sé que se abanica en mi interior. Creo haber demostrado ser valiente. Eso podría fortalecerme mucho.
El día está nublado. Pasan de las 10 y aún el sol no ilumina suficiente el azul de esta parte del techo.

Comienzan a llegar personas a la terraza, este lote madruga menos.
Hora de irse, comprobé que este es un buen sitio para meditar temprano.
Ignoro si transcribiré esto, está algo largo.
Vamos, Noa, es hora de regresar a casa. Gracias por tu compañía.

Desiderata

Foto: Antonio Mas




Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible, Vive en buenos términos con todas las personas, enuncia claramente tu verdad; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma, Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de egoísmos, Pero no te cierres a la virtud que hay en ella; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo, se tú mismo. En Especial, no finjas el afectos. Tampoco seas cínico en el amor; porque medio de todas las aridez y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud. Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad repentina. Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, se benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.

Por lo tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea tu modo de concebirlo y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión del planeta, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate por ser feliz.

En honor a Mechuca.