domingo, marzo 30, 2008

Eva Duran

"El poeta es un catador de vino del espiritú, por eso digo si el vino esta amargo es porque el hombre que piso las uvas estaba triste". "En tiempos de guerra los poetas tienen su utilidad. somos los que podemos hacer masajitos al cerebro y al corazón, los que podemos calmar las bestias de la ira, tenemos una tarea tan importante... aunque tanto se degrada nuestro oficio... es una tarea que vamos haciendo poco a poco... por eso mi recomendación es que adopten a un poeta cada vez que puedan". "El hombre que es más asesino se sabe una canción, el que es más rico se sabe una canción, el que tiene desesperación canta una canción de su tristeza y así por miles de ejemplos todo el mundo se sabe una canción que la hizo un poeta" Ricardo Leon Peña Villa

CANTO DEL MIEDO





El ojo de la mujer (Antología, 1991)
Gioconda Belli
Sensación de aguacero
se me doblan los huesos
mi alma pende azul del precipicio
Baten rebato mis tímpanos alertas
barcos de velas naufragan en mi sangre
Todo corre en mi cuerpo
cual si mudas sirenas anunciaran histéricas la guerra
así mis uñas viajan sobre la piel del brazo
y el estómago vierte su locura de jugos amarillos.
Es el miedo.
Es el miedo.
que solo estoy
Ninguna piel a mi piel acompaña
Nadie puede habitar mis parietales
Vivir conmigo trémulas pesadillas
Sólo mi voz me salva
Mi voz apenas audible en tanto viento
Mi voz que hace esfuerzos por consolar la cintura
Qué no se doble el árbol!
Qué no lo bote el viento!
Jamás pensé estar hecha de cristales
Ser esta frágil versión de mujer enfebrecida
Tener tanto terror entre las manos
¿Con qué cara envejeceré?
¿Con qué fuerzas enfrentaré
la soledad terrible de la muerte?
¿Quién me despojará del huracán
que sopla inmisericorde sobre mi pelo de lana?
Miro mis ojos redondos parpadean asustados
Tengo ganas de abrazar mi sombra
Me da pena su espanto de animal ante el rayo.
Cuanta conciencia razón y pensamiento
yaciendo inútiles ante los quejidos
del cuerpo que se desata en llanto.

Alarma Tóxica






Existen, según Riso, dos claves para saber si tu resuelve o noviazgo es nocivo para la salud, “una mental, que es cuando empiezas a envidiar a otras parejas y resucitas al primer amor; y la afectiva, empezás a sentirte ansioso, deprimido y aparece ese sentimiento mortal que es el aburrimiento, justo allí la relación se transforma en un teletón”. En ese instante, es recomendable decir la frase mágica: “te amo pero te dejo porque no me convienes”.
Detectar la descomposición amorosa es muy difícil en una sociedad enemiga, que nos implanta creencias irracionales sobre “el amor, uno mismo, la gente, lo social y el futuro”. Ese mandamiento de poner la otra mejilla mientras sonreímos al recibir el siguiente puñetazo es claro signo del envenenamiento cultural que padecemos. El Diccionario de la Real Academia define lo tóxico como un adjetivo “Perteneciente o relativo a un veneno toxina” (http://buscon.rae.es/draeI/).
¿Qué hay más allá?
La titánica propuesta del psicólogo consiste en enganchar la parte afectiva con la racional y hacerlas convivir, “cuando tienes una fantasía erótica y decides disfrazarte de Batman o Batichica y sales a comprar el látigo y las botas, ¿Quién lo hace, el corazón o el cerebro? Es una parte del amor que es pensada. Tú no amas con el corazón, este sirve para bombear sangre, tu amas con el cerebro”, asevera.
En su último best seller, “Los límites del amor”, Riso explica que “el amor completo, el que incluye pasión (eros), amistad (philia) y ternura (ágape), no llega de improviso como un demonio o un ángel que se apodera de nosotros, también existe la voluntad de amar o de no amar. No sólo el amor nos ‘posee’, también lo poseemos a él: nadie es víctima del amor sin su propio consentimiento”. Para el autor, la pasión, la amistad y la ternura tienen que fusionarse mientras juegan, pues si “todo es sentimentalismo es el síndrome de Susanita, es destruir el lóbulo prefrontal que es lo que me hace humano; mientras que si sólo usamos la razón sería un amor administrativo o si es pura compasión sería hacerse cargo del otro como un papá”. Agrega Riso, que él no está irrespetando el amor, sino proponiendo “un amor que subvierte el orden de los amores tradicionales por valores nuevos, yo lo que hago es tocarle el culo al amor”.
Entre los valores que están por encima del discurso amoroso, según el terapeuta, pueden mencionarse, “a veces la justicia, la valentía, la libertad, la dignidad. Es mentira que el amor lo puede todo y lo peor es que ahora tenemos que lidiar con el amor en quinta dimensión, con esa moda de la nueva era que nos impone almas gemelas. No solamente es aquí sino que es a través de toda la eternidad y para siempre, ¡qué pesadilla!”.

Un mundo 50% infiel
En un mundo liofilizado y erotizado la fidelidad en estado puro, la del tipo “no me gusta más nadie sino tú”, es una utopía inalcanzable. El hecho que un 50% de las parejas sean infieles evidencia que la tentación anda por allí y quizá por eso Ovidio afirma que “el amor odia a los inactivos”. Para Riso, la fidelidad debe entenderse como autocontrol y como evitación a tiempo, no como falta de deseo. Según el psicólogo, investigadores de la neurociencia actual coinciden en que el amor dura, como máximo, 24 meses, que es el tiempo en el cual el niño se puede desprender de la madre. Así, es recomendable vivir con la pasión al máximo, pero deben tenerse a mano las cartas de la ternura y la amistad que permiten “desear lo que tengo”.

En paralelo, hay que iniciar un cambio de valores, “uno tiene que hacerse cargo de sí mismo, eso se llama autoeficacia, Hay que empezar a desarrollar la autonomía, la independencia en eventos como ir solos a un cine o a un restaurante, y tener en cuenta que las personas que tienen un sentido de vida se apegan menos a otros, aunque a veces se apegan a Dios”. Asimismo, no deben atravesarse los límites del amor hacia lo autodestructivo, ni dejar que se vulneren los principios ni se afecte la dignidad, “¡hay que salirse de las relaciones en las cuales se violan los derechos humanos cada cinco minutos!“. El amor, si le hacemos caso a Ovidio y Erich Fromm, es un arte y como tal, “habrá cosas para aprender y desarrollar, habrá un espacio cognitivo”, pero sobre todo, no olvides, las palabras del poeta, “el amor tóxico va y viene / como un columpio enardecido”.

Clichés enemigos
Walter Riso recomienda “incluir las excepciones a la regla en la manera de procesar la información afectiva”. Por ejemplo:
• “El matrimonio es para toda la vida”. (Depende: si todo va bien, probablemente).
• “La separación es un fracaso”. (Depende: en ocasiones separarse puede ser una forma de éxito y liberación).
• “El amor es incondicional”. (Depende: si mi pareja me maltrata, el amor incondicional está contraindicado).
• “Hay que sacrificarse por la pareja”. (Depende: si la exigencia o la necesidad del otro es irracional, la dedicación deja de ser saludable).
• “El amor justifica nuestros actos”. (Depende: si trata de ser infiel o de explotar a la pareja, no justifica nada).
• “El amor todo lo puede”. (Depende: hay amores alfeñiques).
Fuente: Walter Riso. Los límites del amor. Grupo Editorial Normal, 2006. Pág. 158.
Un amuleto:
Pega esta frase de Séneca en tu nevera, computadora, retrovisor o vidrio del baño: “Mientras se espera vivir, la vida pasa”
Un ejercicio
Para saber cómo están las cosas haz el siguiente ejercicio: Toma cuaderno y lápiz y pregúntate por qué no debería amarlo (a) …Si la página permanece en blanco o tiene muy pocas anotaciones todo va bien, pero si la lista es larga el asunto es crítico y la dignidad está en juego.

No me arrepiento de nada




Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
-ellas habitando en mí queriendo ser yo misma-
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
-en horas de oficina-
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo la Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.

Gioconda Belli

jueves, marzo 20, 2008

Todo sea por amor

Tantas cosas he hecho por vos que tengo que cuidar que su recuento no te suene a reclamo;
porque todo ha sido hecho en virtud del amor y los relámpagos y ciclones que solté de la caja de Pandoraque un día me pusiste en las manos
sí es verdad que han dolido, que muchas veces me han arrancado piel de la raíz
y me han hecho buscarme el corazón con miedo a no encontrar su pasito de soldado
han sido mi propia, soberana decisión,mi perdición, mi gozo,
por los que me he conocido más mujer capaz de escaladas, acrobacias,
tenacidad de burra rentada, por los que he recorrido sendas ignotas,
mareada por el olor tan cercano de la felicidad y te he buscado detrás de gestos y puertas
y hasta de la manera de abandonar tu ropa
y cuando te he encontrado me he abierto de par en par como jaula repleta de ruiseñores
y he sabido también cómo se siente tener un astro deslumbrante en las entrañas.
No quiero, pues, equivocarme con reclamos; me hago responsable del sol y de la sombra,
pero, ay amor, cómo me duele que estando yo en tu espacio como estrella errabunda
fieramente colgada por vos en tu Universo, no me hayás descubierto el resplandor;
no me hayás habitado, tomado posesión de mi luz
y sólo te hayás atrevido a palparme-como un ciego-en la oscuridad.

Gioconda Belli

domingo, marzo 02, 2008

Sorbos

Soy una desordenada. No llevo reglas en las hojas del cuaderno. Hoy esgrimí mi acto voluntario de aprender a estar sola, a disfrutar de pequeñas cosas… sola.

En un acto rebelde que se niega a sucumbir a la melancolía de nuevo, como un resorte, tomé la decisión de salir con ella a desayunar, con ella, con Noa, mi irremediable soledad. Al comienzo se puso remolona, pero una vez que le dibujé el plan, le pareció un tanto atractivo y accedió.

Conozco un sitio que, en otros tiempos, visité acompañada. Una fría terraza lo corona en un segundo nivel. A esta hora sopla un viento gélido que invita a tomar bebidas calientes. (¿Quién me diría que casi un año después de ese abandono, volvería con Noa a disfrutar de la lectura de un periódico local mientras desayunamos?)

Pedí un buen desayuno, suculento, me lo merezco después de tanto esfuerzo laboral. Es hora de consentirme un poco. Noa aún se entristece por los recuerdos. La he amenazado de muerte si no depone su actitud derrotista. Ella quiso un café fuerte, pero con algo de leche. Generalmente lo tomo negro, cerrero, fuerte, pero Noa es menos drástica y prefiere suavizarlo con un toque lácteo. La complazco. Ella es una buena compañía a pesar de su fatalismo y de su persistente actitud de conservar recuerdos que ya no son útiles. Nadie podría entender porqué vine aquí de nuevo, salvo ella.

Compré el periódico y lo leí mientras prodigaba pequeños bocados a mi pastel y bebía un delicioso té frío (que, por cierto adoramos ambas para desayunar).

En la terraza solo estábamos ella y yo. Un rato más tarde llegó una familia compuesta de tres: padre, madre y suponemos que el hijo ya crecidito. Optaron por el espacio cerrado, cosa que agradecimos. Me daba literalmente lo mismo. Mis audífonos tomaron su lugar y puse mi canal de Brasil, me encanta esa música cadenciosa y de ritmo suave, así que no escuchaba nada más que eso y no me importaba cosa alguna en el exterior.

En ocasiones, Noa se pone impertinente y me recuerda momentos, circunstancias, lugares que ya no quiero que aparezcan porque me hacen daño. Así que prefiero la música y la dejo que vague en sus propios recuerdos (que ya no son míos, sino de ella, y que he luchado por hacerla reaccionar).

Me habla del caballero aristócrata de vientos tibios, pero no quiero escucharla. Le recuerdo los momentos de traición y ella insiste en traer remembranzas dulces.
Hoy me he vestido deportiva. Nunca lo hago. Sin embargo, dado lo desconocido de mi destino esta mañana, preferí estar cómoda. Además no tengo intenciones de ver ni hablar con nadie, así que da lo mismo mi vestimenta.

Desde aquí veo automóviles pasar, gente que, como yo, madrugaron un domingo y buscan donde saciar su apetito. O aquellos que, como yo en otras épocas, amanecieron en la calle después de una noche de lujuria, diversión… o tragedia, quien sabe.

Nunca pensé repetir esta circunstancia. La última vez que escapé de mi misma, recuerdo que escribí tanto como hoy, sentada en una plaza y vaya que después de eso sucedieron cosas tristes.
Hoy no será así, solo vine a estar a solas (con Noa, que es lo mismo que estarlo, ella sabe respetar mis silencios).

Acabo de descubrir una nueva librería al frente. No estaba en aquellos tiempos en que aquí, en esta misma silla, me burlaba de un escaparate rococó que exhibían en la vitrina de la tienda de muebles (se llama Urima… ¿Qué significado tendrá ese nombre?). Por cierto, ahora muestran camas y sofás de cuero, poltronas reclinables y esas cosas que compran los hombres para ver televisión en el hogar y que nunca usan por falta de tiempo o de ganas.
Hoy decidí comprar una hamaca cuando pueda, para mi casa, sueño con echarme allí a leer y escuchar música.

Alguien llegó a la terraza, me es indiferente. Estoy abstraída en la música y en esto que escribo. No se ni la hora. Tengo que comprar víveres, hay que comer mañana. ¿Qué importa el mañana en este momento? Pero debo prepararme. Me cuesta levantarme de aquí, siento tanta paz que se me hace difícil moverme. Noa tampoco parece querer retirarse. Suena “Tell him” (life can be so cruel).

Definitivamente hace falta estos momentos. En silencio, a solas.
Asimilar los abandonos como un escalón y no como fracasos. (and whisper tender words so soft and sweet…)
La vida es paradójica. En algunas tendencias recomiendan desprendernos, dejar ir el amor, ya que si regresa, será nuestro. En otras, por el contrario, nos indican que no lo dejemos ir.
Este bolígrafo está llegando a su fin. Por suerte siempre llevo repuestos, ya van casi 6 páginas de cuaderno.

Ayer recibí una reprimenda cuando expresé sentirme sola. Me dijeron que no tenía derecho a quejarme, ya que tampoco quería salir cuando me invitaban. No me quejo por eso, realmente no es esa la clase de actividad que me provoca. Deseo estar así.
Si he de estar sola, necesito estos momentos y no aturdirme para no pensar. Necesito esta introspección.

¿Será esta la parte final de aquel cuento maravilloso? ¿Será esta la ceremonia póstuma que estoy haciendo como tributo a mis mejores recuerdos? ¿Qué opina Noa de esto? Ella siempre acaricia la esperanza. Yo no. He allí nuestro único conflicto. Ella cree que, pasado un tiempo, las cosas volverán a ser como entonces. Yo deseché hace mucho esa posibilidad.

Ella piensa que, sencillamente, nos entretenemos ahora en otras cosas para prepararnos para una nueva etapa con mayor perfección, sin errores. Yo concibo las nuevas experiencias en novedades, no en retrocesos al pasado.

Me debato entre este presente que sé transitorio y el conocimiento, el esfuerzo en mantenerme sana, en no albergar de nuevo la ansiedad (suena ahora “Reasons”). Premonitorio. La única razón para seguir, para avanzar, soy yo.

Ahora suena “Rehab”. No es más que la señal de que debo reinventarme de una vez por todas y barrer recuerdos. ¿No es esto una muestra divina en que avanzar será la única opción disponible?

Asoman deseos de llorar, pero no me permito de nuevo este tipo de emociones, se que si comienzo, no habrá un fin próximo, corto. Noa me reprende, me abre los ojos como advertencia y en tono de prohibición.

Bien, creo que pasé suficiente tiempo aquí. Drené pensamientos, sentí tranquilidad, organicé mis ideas y permití que Noa reposara en mis letras.

Otro domingo más, éste en silencio absoluto.
He pensado acariciar la idea de un viaje sola. ¿porqué no?. Es un atrevimiento que estoy dispuesta a asumir, una experiencia que también me permita dejar salir el coraje que sé que se abanica en mi interior. Creo haber demostrado ser valiente. Eso podría fortalecerme mucho.
El día está nublado. Pasan de las 10 y aún el sol no ilumina suficiente el azul de esta parte del techo.

Comienzan a llegar personas a la terraza, este lote madruga menos.
Hora de irse, comprobé que este es un buen sitio para meditar temprano.
Ignoro si transcribiré esto, está algo largo.
Vamos, Noa, es hora de regresar a casa. Gracias por tu compañía.

Desiderata

Foto: Antonio Mas




Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible, Vive en buenos términos con todas las personas, enuncia claramente tu verdad; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma, Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de egoísmos, Pero no te cierres a la virtud que hay en ella; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo, se tú mismo. En Especial, no finjas el afectos. Tampoco seas cínico en el amor; porque medio de todas las aridez y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud. Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad repentina. Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, se benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.

Por lo tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea tu modo de concebirlo y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión del planeta, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate por ser feliz.

En honor a Mechuca.