miércoles, mayo 13, 2009

"EL HABITO DE POSPONER"




Una zorra veía unos hermosos racimos de uvas ya maduros. Deseosa de comerlos, buscaba por todos los medios alcanzarlos. Pero no siéndole posible alcanzarlos de ningún modo, y viendo frustrado su deseo se dijo para consolarse:Estas uvas no deben ser ricas.
¿Cuántas veces después de haberte propuesto un objetivo, desistes frente al primer obstáculo?¿Cuántas veces piensas, que este no es el mejor momento y lo dejas para después?
Considero que la postergación, es uno de los comportamientos que más limitan a las personas en el logro de los objetivos.Cualquier acción es mejor que postergar.
¿Qué hay detrás de este comportamiento?Un amigo hace tiempo decía:


TODO ES UNA CONVERSACIÓN
Veamos entonces cuál es la conversación que está detrás de esto:
-Este no es el mejor momento.-Todavía me falta información.-Las circunstancias aún no me son favorables.-Necesito hacerlo perfectamente.-Lo que haga me tiene que resultar fácil y fluir sin esfuerzo si no significa que no es mi momento.-Necesito hacerlo solo.-No tengo a quien pedirle ayuda.-No puedo soportar perder.-Mejor es no hacer nada que asumir un riesgo y fracasar.-No debería tener limitaciones.-Si no hago todo bien y perfecto, prefiero no hacerlo.-Si me muestro tal cual soy no le voy a gustar a la gente.-No puedo empezar porque todavía me falta información, práctica, experiencia, etc.
Hay una manera de hacer las cosas y hasta que no pueda hacerla de esa manera mejor no empiezo.Eso lo hago todo perfecto o mejor no hago nada.
¿Te reconoces en alguna de estas conversaciones?
"Es mejor hacer algo imperfectamente que hacer nada perfectamente." Robert Schuller
Quizás la postergación no sea un problema en tu vida pero si lo es te digo que es un comportamiento que se muestra por ciclos.
Primero pensamos:Comenzaré temprano esta vez.Nunca más postergaré lo que tengo que hacer.Voy a empezar pronto.
Luego pensamos:Debí haber comenzado antesTodavía tengo tiempoMe falta...
Hasta que finalmente cuando pasó el momento pensamos:Mejor lo dejo para después.Ahora no puedo porque..... (Excusas, motivos, razones, circunstancias, obstáculos, pretextos, disculpas, causas, argumentos, etc.)Finalmente, qué pasa si no lo hago.Seguramente no lo tengo que hacer, no es bueno para mí
Detrás del habito de posponer vive el miedo al fracaso y un poco mas atrás, la búsqueda de la perfección.
"La marca principal de un genio, no es la perfección, sino la originalidad para abrir nuevas fronteras."Arthur Koestler.
El que busca la perfección, está enfocado en la que falta y en lugar de enfocarse en la perfección está enfocado en lo que no está bien, en el error. Confunde su forma de hacer con su forma de ser.
Enfocarse en lo que falta te lleva a crear contextos de escasez. Siempre nos falta algo, siempre hay algo que nos limita y al enfocarnos en eso, eso es lo que tenemos
Tú puedes tener razones, o tener resultados. Lo que no puedes es tener las dos cosas a la vez. Si tienes razones, lo mejor es dejarlo para otro momento, si quieres resultados, este es el único momento del que dispones.
Los que se inhiben por miedo a fracasar piensan que ponen en juego su identidad en lugar de cuestionarse su forma de hacer y tomar al fracaso como un espacio de aprendizaje.
"Si quieres aumentar tu tasa de éxito, dobla tu tasa de fracaso." Thomas Watson, Sr.
Muchas veces los que muestran este comportamiento, aparentan estar desinteresados de competir e indiferentes a las recompensas del éxito. También hay personas que la muestran, como una proclama de su independencia.Y se dicen a si mismos:Yo puedo actuar de la manera que yo elija.Yo puedo hacerlo cuando quiera.Yo puedo elegir el cómo y el cuándo.A mi no me gusta que me digan cómo hacer o cuándo hacerlo.Para mi lo más importante es poder elegir desde mi libertad.
Del mismo modo, la postergación puede estar atrás de las personas que no saben bien lo que quieren o no están en contacto con el tipo de persona que son.
La postergación puede tener que ver con el manejo del tiempo.
"Tu capacidad para ser un ganador el 100% del tiempo está basada en renunciar a la noción de que perder en algo es equivalente a ser un perdedor."Dr. Wayne Dyer
Este hábito se puede superar: Saliendo de la crítica permanente, familiarizándose con la forma personal de postergar, observando en qué áreas se desarrolla con más vigor este comportamiento (relaciones, trabajo, estudio, salud, cuidado personal, finanzas).Observando cuáles son las excusas que utilizas para posponer e identificando la conversación que te frena.
Cambiando esa conversación interior de la siguiente forma:-"Estoy cansado, mejor lo dejo para mañana" por... "Estoy cansado pero mejor trabajo media hora y luego me voy a dormir".
Determinando qué es lo que quiero y cuales son mis objetivos, seleccionando una metaque dependa de ti y que sea cuantificable, eligiendo un plan de acción, empezando despacio (buscar hacerlo todo ya es parte del problema), cronometrando tiempos.Esperando interrupciones, delegando, no haciendo muchas cosas a la vez, pidiendo ayuda.
Hagamos lo difícil inmediatamente y tomémonos un poco más de tiempo para lo imposible. El momento para hacer eso que piensas es ahora. Nunca es lo suficientemente tarde para comenzarAsí que ¡empieza ya!
Un aporte de Patricia Hashuel Y Jimmy Daza

Fotografía: Antonio Mas Morales

lunes, mayo 04, 2009

ESCRITURA - Eugenio Montejo




ESCRITURA

Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases por su peso,
volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.
No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.
Dibujaré con líneas de guijarros mi nombre,
la historia de mi casa
y la memoria de aquel río que va pasando siempre
y se demora entre mis venas

como sabio arquitecto.
Con piedra viva escribiré mi canto en arcos,
puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos

de los viajeros que no regresan nunca.

Eugenio Montejo

En contacto íntimo - Virginia Satir



Establecer contacto es un medio para hacer las cosas con honestidad y para compartir los temas y las
preocupaciones. Es una forma de mantener la integridad, de alimentar la autoestima y de fortalecer las
relaciones consigo mismo y con los demás.
Para llegar a tener ese tipo de sabiduría se requiere de una vida de búsqueda cuya clave es el conocimiento de
sí mismo y el entrar en contacto con los demás.
Cuanto más completo sea el contacto que podamos establecer con nosotros mismos y con los demás habrá
más posibilidades de que nos sintamos amados, valorados, sanos y de que aprendamos a resolver nuestros
problemas con mayor eficiencia.
Para establecer contacto se requieren dos personas a la vez y tres partes. Cada quien en contacto consigo
mismo y cada persona en contacto con la otra. Si en una conversación dos personas están colocadas de
espaldas entre sí, unos de pie y la otra sentada, contribuye a que sigan sintiendo lo que están sintiendo. Tienen
que adivinar y a menudo se inclinan por lo negativo. Lo que ocurre es que estas personas conocen únicamente
la máscara que cada quien lleva puesta. Frecuentemente la conclusión de ambas personas llega a ser: ¿A quién
le importo? Esto es una carga muy pesada para llevar sobre sí mismo.
Este ejemplo de diálogo es un reflejo de nuestro aprendizaje en el transcurso del tiempo. Como se trata de
algo aprendido, podemos cambiarlo en cualquier momento de nuestras vidas. En esta conversación las
palabras aportan muy poca información y parecen más un ataque que un contacto útil.
Si en otra conversación, dos personas se colocan de tal manera que están cara a cara, con los ojos a la misma
altura y están al alcance de sus brazos, tienen una mejor oportunidad de verse y escucharse. Además, si están
diciendo lo que ocurre en su interior, los sentimientos internos son acordes con la expresión externa. La
franqueza que demuestran refleja el afecto mutuo de la pareja. No hay daño para la autoestima de cada quién.
Ahora pueden usar sus energías para establecer un contacto útil y para comenzar a construir juntos.
Todo lo que daña la autoestima reduce la posibilidad de establecer un buen contacto. El objetivo es la
preservación y acrecentamiento de la autoestima. Entonces podemos abandonar la posición defensiva y
enfrentarnos uno al otro.
La gente puede herir la autoestima de otro. La mayoría de las veces se trata de una conducta no deliberada.
La autoestima es el centro de todo nuestro ser y es esencial para vivir la vida en libertad. Para conseguir el
acrecentamiento de la autoestima lo único que necesitamos es cambiar nuestras actitudes y aprender nuevos
conocimientos personales. En esto radica lo doloroso del cambio, para cambiar nuestras actitudes y aprender
nuevos conocimientos personales hay que abandonar la comodidad de la familiaridad. Una vez que se
abandona lo familiar, se entra en lo desconocido, algo que produce temor a la mayoría de nosotros. Este dolor
a menudo se denomina ansiedad o inseguridad.
Lo que posibilita que incrementemos nuestros sentimientos de autoestima es nuestra disposición de aceptar
nuevas posibilidades, de probarlas para ver si nos van y luego, si es así, de ponerlas en práctica mientras
llegamos a apropiárnoslas.
Para iniciar el proceso, Virginia Satir ha desarrollado las cinco libertades:
Coherencia
Cambiar consiste en aceptar con franqueza los sentimientos, esto es esencia para establecer contacto. A esta
condición la denomina coherencia. La mayoría de la gente da por sentada la deshonestidad emocional.
Piensan que están haciendo lo que deberían y luego sufren innecesariamente a consecuencia de ello.
La coherencia se refiere también a hacer algo que nunca antes se ha hecho o en hacer lo mismo pero de una
manera diferente. Al enfocar el tema, considera cuatro aspectos: la autoestima, la comunicación, las reglas, y
el arriesgarse. Puede empezarse por cualquiera porque cualquier cambio influye en las demás partes.
Una vez comenzado el proceso de cambio, si seguimos fomentándolo, nos aproximaremos más a ser personas
que pueden establecer un contacto real, creativo y afectuoso.
La gente necesita sentirse fuerte porque eso asegura la necesidad de la supervivencia. La mayor parte de
nuestra comunicación va de acuerdo con esa necesidad.
Para sentir que podemos sobrevivir es necesario que nos sintamos poderosos. Necesitamos sentirnos fuertes.
Es esencial para la autoestima. Necesitamos sentir que contamos. Pera ello, necesitamos desarrollar la
responsabilidad personal y crear formas para ayudar a que ocurra esto con los demás.
Pienso en el poder como una forma de energía, algo que puede utilizarse, canalizarse, tanto hacia fines
destructivos como constructivos.
La posesión de poder es el punto de partida para llegar a escoger por mi misma y para llegas a ser un ser
humano responsable. Las cinco libertades es la posición más fuerte de poder personal que uno puede tener.
El poder y la energía adaptan muchas formas...
Se necesita poder y energía para mantener erecto nuestro cuerpo y para moverlo. Para protegernos a nosotros
mismos. Para conectarse con otra persona. La mayoría de la gente anhela seto, pero muchas personas lo
descartan atribuyendo la responsabilidad a la otra persona.
El establecer un contacto real significa que nos responsabilizamos de lo que surge de nosotros. El pensar o
actuar como si la otra persona fuera responsable de nosotros, equivale a poner nuestro poder en manos de la
otra persona.
En este caso, una persona tiene que estar arriba y la otra abajo, por lo que no puede haber un verdadero contacto.

La comunicación es la aportación y recepción de significado entre dos personas cualesquiera.
La comunicación es a la relación como la respiración es al mantenimiento de la vida. Hay cuatro tipos de
comunicación que a menudo realizan las personas que tienen una pobre opinión de sí mismas.
Estos tipos de comunicación encasillan las relaciones de tal manera que éstas se vuelven destructivas, inertes,
distantes y frustrantes. Las denominó: Conciliador, Culpabilizador, Hiperracional, Irrelevante.
Estas formas de comunicación son las que aprendimos para sobrevivir. Constituyen también el medio por el
cual manejamos nuestro poder.
Todos necesitamos Poder y todos lo tenemos, aunque tal ve no lo reconozcamos. Las interrogantes son cómo
lo manifestamos.
El poder en la conciliación
La gente que siente culpa, lástima y desprecio no puede establecer un contacto afectivo. La complacencia
verdadera forma parte del amor a la otra persona. Conviene distinguir entre la verdadera complacencia y el
simple hecho de tratar de ganar su favor.
El poder en la culpabilización
Las parejas con miedo, impotencia y resentimiento no pueden establecer un contacto afectivo. La gente que
tiente miedo no va a acercarse a la persona que se lo provoca. Es necesario que podamos criticar, pero no debe
hacerse culpabilizando a los demás.
El poder en la hiperracionalidad
Apabullado y abrumado por muchas palabras altisonantes, es fácil que uno se sienta inferior, estúpido y que se
aburra. Es probable que la gente que se siente así evite acercarse. Nuestras capacidades intelectuales no son
esenciales. Es necesario que la gente distinga las palabras como información y el hecho de que los listos las
empleen en representación de su valor como personas.
El poder en la irrelevancia
Este tipo de comunicación aparentemente no tiene nada que ver con nada. A menudo hace que la otra persona
se sienta inestable y prevenida. Al principio, podría parecer divertida, pero pronto se acaba y aparecen el
miedo, la ira y el rechazo.
Necesitamos tener la capacidad de ser alegres y divertidos y también ser capaces de cambiar nuestra
orientación. La irrelevancia no es divertida.
Creo...
A menudo la gente no escucha lo que ella misma dice, por lo que no se da cuenta de que está utilizando estas
formas de comunicación. La gente no quiere abandonarlas una vez que las reconoce.
La forma en que mantenemos nuestra supervivencia se refleja en nuestra comunicación y se vuelve el marco
para el establecimiento del contacto. Aunque resulten ser ineficaces, estas posiciones son esfuerzos para crear
la autoestima.

En todas estas formas de comunicación entregamos nuestro poder a otros a cambio de que nos proporcionen
un medio de supervivencia.
No puede darse un verdadero contacto humano de esta manera. Eso da como resultado el desarrollo de4
relaciones personales en las cuales ambas personas son destructivas, se decepciones y no se muestran afecto.
La autoestima sigue resultando lastimada.
Relativamente son muy pocas las personas que REALMENTE se conocen. Hay una comunicación que crea la
autoestima propia y la del otro, denominada congruente.
El poder de la congruencia
El poder en la congruencia proviene de que las palabras reflejan los sentimientos, las expresiones corporales y
faciales van de acuerdo con las palabras y que las acciones van de acuerdo con todo eso.
Lo entienden con facilidad y porque uno es claro. Los demás se sienten predispuestos a favor de uno. Uno se
siente libre y puede sentir alegría en vez de temor. Uno puede vivir las cinco libertades. Uno sabe que puede
escoger.
Este poder posibilita que uno tenga un cuerpo sano, unas relaciones positivas, que disfrute las cosas que le
rodean, que se sienta feliz por considerar que uno vive una vida con pleno sentido.
Para descubrir las antiguas reglas
La mayoría de nosotros aprendió en su infancia una serie de reglas que todavía utiliza en la actualidad. El
problema es la imposibilidad de que estas reglas puedan aplicarse en todas las situaciones por las que
pasamos.
La mayoría de nosotros intenta vivir de acuerdo con reglas imposibles e inhumanas y luego se sienten
culpable o se enoja porque dichas reglas existen. Uno puede descubrir sus reglas si pone atención a todas las
veces que dice que hay que, no hay que, habría que y tengo que. Cada cambio representa una etapa de riesgo y
un nuevo aprendizaje. Es conveniente tener una guía referente a las discusiones.
Si el lector trata de vivir de acuerdo con su regla, fácilmente podría llegar a tener ulcera u otro tipo de
padecimientos psicosomáticos y se le consideraría una persona rígida y hosca.
Vivir la expectativa catastrófica
La mayoría de nosotros tiene una gran imaginación, especialmente para pensar en las cosas terribles que
podrían suceder. A menudo nos ocupamos tanto en imaginar esto, que no percibimos la realidad. El lector
puede ver de qué manera esto podría dificultar el contacto.
Mi pasado
Nuestro pasado constituye los cimientos a partir de los cuales funcionamos en el presente. La experiencia del
pasado es una fuerza poderosa. Si embargo, no es cierto que no podamos modificar nuestro presente o nuestro
futuro.
La repetición de determinada conducta sólo significa que no hemos aprendido nada nuevo. En algunos casos,
lo que hemos aprendido funciona bien. No hay necesidad de cambiar. En otros, funciona muy mal, por lo que
se necesita el cambio.

Llegar a familiarizarse con las palabras que nos hieren...
Hay palabras que cuando las escuchamos hacen que rememoremos toda una serie de imágenes y sentimientos
del pasado, asociados con el dolor, la humillación o la vergüenza y nos hieren.
Nadie puede llegar a saber tanto que conozca las palabras que hieren a cada quien. Al establecer un buen
contacto, las personas afectuosas aprenden cuales son estas palabras y las evitan, las aclaran o las descartan.
Cuando hay rupturas ese tipo de palabras empeoran la situación.
Hacer suposiciones
Muchas posibilidades de relación han fracasado por la suposición de que el simple hecho de decir algo
equivale a que el otro oiga o entienda. La misma palabra puede tener significados completamente diferentes
para dos personas.
Comprobar mi percepción
Es muy fácil que nos malinterpreten. La expresión externa no siempre va acorde con la interna, por eso lo que
los demás ven no tiene porque ser lo que nosotros sentimos.
Uno posee todas las herramientas que necesita
Todos poseemos las herramientas que necesitamos para establecer un buen contacto humano., la respiración,
el cuerpo, las expresiones faciales, los sentidos, la voz... Es necesario que sepamos en qué condición está cada
una de estas herramientas.
Depende de saber como funcionan, darse cuenta de cómo y cuando las utilizamos, tener paciencia mientras se
aprenden y practicar para adquirir habilidad. Sabemos que necesitamos practicar para llegar a tener la
habilidad que deseamos. La mayoría de la gente tiene mucho nuevo por aprender y mucho viejo por sustituir
en lo que se refiere al uso de las herramientas humanas para establecer un contacto satisfactorio.
Uso de los sentidos
Los sentidos, constituyen los principales medios para captar la información que proviene de fuentes externas a
nosotros.
La vista
Tomamos las imágenes mentales que creamos, las cuales a menudo responden a nuestras experiencias
pasadas, en vez de considerar la presencia actual de la persona ahora.
La vista puede hacernos jugarretas porque en la infancia aprendimos todo tipo de tabúes, por ejemplo... no hay
que ver los objetos sexuales... las cosas malas... y a veces tampoco las cosas buenas (si las hacía la persona
que no debía ser).
El tacto
Hay demasiados tabúes referentes a tocar a otros. El cuerpo, es sistema nervioso, las satisfacciones con los
demás y la creatividad podrían incrementarse en gran medida si tan sólo tocáramos más. Las manos pueden
ser portadoras de una energía vital cuando han aprendido a ser sensibles.
El oído

Muchas veces, cuando uno está en presencia de alguien que está hablando sólo oye fragmentos. En muchas
situaciones especiales, estos fragmentos desencadenan algunos temores o esperanzas vinculados con
experiencias del pasado.
Tomar en cuenta las palabras
Las palabras son herramientas importantes para el contacto. El acto del lenguaje es el resultado de todo un
conjunto de procesos que el cuerpo lleva a cabo. Participan en ello todos los sentidos, el sistema nervioso, el
cerebro, las cuerdas vocales, la tráquea, los pulmones y todas las partes de la boca. Esto significa que,
fisiológicamente, hablar es un proceso muy complicado.
El acto del lenguaje proviene de dos tipos de estímulos: lo que ocurre en nuestro interior y la respuesta a algo
que ocurre fuera de nosotros.
Más sobre las palabras
Las palabras que usamos tienen consecuencias en nuestra salud. Definitivamente, influyen en las relaciones
afectivas entre las personas y en la forma en que la gente puede funcionar entre sí.
Las palabras tienen poder
Nueve de cada diez personas no pueden recordar lo que dijeron hace un minuto.
Hablar en primera persona
Lo más importante es que hablar en primera persona significa claramente que uno se responsabiliza de lo que
dice. El hablar en primera persona enuncia con toda claridad que soy yo el que esta hablando y por lo tanto
conviene usar esta manera de expresión.
Cuando no queda muy claro si lo que se dice corresponde a la primera persona, es fácil que el interlocutor
entienda que el mensaje se le atribuye, lo que a menudo se interpreta como una humillación.
Atribuir todo al interlocutor
Cuando esta manera de expresarse se emplea en ordenes o instrucciones claras puede interpretarse como una
acusación.
Recurrir al impersonal (en singular o plural)
Esta manera de expresarse puede ser un recurso para manifestar nuestras fantasías negativas. Especialmente
cuando la gente busca quién tiene la culpa. Otra manera de entender mejor las expresiones impersonales en
singular consiste en sustituirlas por expresiones en primera persona.
Usar el termino eso (sin especificar)
Al no quedar claro a que se refiere el eso, puede que se malinterprete. Por eso convendría especificar a qué
nos referimos cuando decimos eso.
Uso del pero
El uso del pero es una manera más de decir si y no en la misma oración. También podía representar que
alguien, con su mejor intención, aunque con cierto miedo, trata de plantar una exigencia incomoda

escudándose en lo afectivo, con la esperanza de que la otra persona no se sienta lastimada.
Uso del sí y no
Cuando el si y el no se dicen con toda la claridad y significan ahora y no siempre, y además queda claro que el
si o el no se refieren a un tema y no al valor de alguien como persona, son términos muy útiles para establecer
contacto.
La gente se siente tan insegura que la falta de claridad deja campo para la malinterpretación y los
subsecuentes sentimientos negativos. Es fácil que crezcan los sentimientos negativos una vez que han
aparecido.
Es muy frecuente que la g3nte diga tal vez o si cuando realmente quiere decir no, con el fin de no encarar la
situación.
Uso del siempre y del nunca
A veces, los términos siempre y nunca ocultan la ignorancia. Generalmente se vuelven términos con una gran
carga emocional y son nocivos para la situación, en vez de favorecerla o aclararla.
Uso de una forma del potencial del verbo deber
No es fácil responder a las presiones que los debería o tendría que representan. En el plano biológico,
realmente solo podemos avanzar en una dirección a la vez
Para mucha gente, hablar es sólo un hábito...
Si no prestamos atención a lo que decimos, podríamos decir todo tipo de cosas que realmente no queremos
decir. El establecer contacto con nosotros mismos equivale a descubrir de que manera podemos darnos cuenta
de lo que estamos haciendo, de lo que estamos diciendo, de cómo estamos moviéndonos y que estamos
pensando y sintiendo.
La mayoría de nosotros habla en taquigrafía...
Lo anterior tiene el único propósito de recordar al lector que, con un poco de tiempo, de esperanza, de un
nuevo enfoque, de un nuevo esfuerzo y algunos conocimientos nuevos, muchas cosas pueden evolucionar.
Canales
Estar al alcance de los brazos, con los ojos a la misma altura posibilita que todos los canales de la
comunicación (los ojos, los oídos, la boca, la piel y la nariz)se conecten fácilmente. Si todos los canales están
conectados entre sí, se está dando una buena comunicación.
A las partes que en una conversación no se dicen pero que internamente conocemos, las denomina barreras del
contacto. Para aclarar las cosas hay que usar una comunicación franca, que incluya estas barreras.
La posición física en relación con otro es una parte importante que posibilita el establecimiento de contacto.


La libertad de ver y escuchar lo que está aquí, en lugar de lo que debería estar, estuvo o estará.
La libertad de decir lo que se siente y se piensa, en lugar de lo que se debería sentir y pensar.
La libertad de sentir lo que se siente, en lugar de lo que debería sentirse. La libertad de pedir lo que se
quiere, en lugar de tener siempre que pedir permiso.
La libertad de arriesgarse por su propia cuenta, en lugar de optar únicamente por estar seguro y no
perturbar la tranquilidad.

Satir, Virginia (1976). En contacto íntimo. 19−20